
Como un tren que pasa y deja pueblos detrás llenos de la tierra que levanta por su alta velocidad, la pandemia ha dejado en todos y cada uno de nosotros una marca muy especial que nos ha hecho cuestionar nuestros cimientos, nuestras bases. Nos ha acercado a la posibilidad de pérdida de nuestros seres queridos y de la propia vida.
Aunque en menor y mayor medida, las consecuencias del durante y de la post pandemia, han dejado su huella en todos los hogares en cada rincón del mundo. Nuestras conductas, prioridades y objetivos se han visto afectados. Como dijimos, en mayor o menor medida, fuimos atravesados por una situación global que también nos invitó a observar más nuestra salud, de otro modo.
La salud física siempre ha sido una preocupación, pero cuando se acercan situaciones más cercanas a nuestro seno íntimo, le prestamos mucha más atención. Y siempre jugamos con la incertidumbre en cuanto a la salud, porque nunca nos habíamos focalizado tanto en tantas posibilidades de origen de una enfermedad, en tanta cantidad de síntomas que se pueden tener y, además, de tantos posibles desenlaces. Las reglas sociales que se han establecido para “cuidarse” del peligro inminente, fueron y son difíciles de implementar en la medida en que la enfermedad se vuelve menos nociva y está más naturalizada e integrada a nuestra vida cotidiana.
Y siempre existieron personas más preocupadas por “enfermarse”, por cuidar su salud, por no contagiarse nada y más proclives a identificarse con algunas dolencias que pensaban podían tener.
La vida dirigida por posibilidad de contraer una enfermedad
Nos podemos preguntar sobre el trato o atención que le damos a las enfermedades ¿te has encontrado “googleando” sobre síntomas que has sentido, asociándolos a una enfermedad grave que has escuchado que existe? A veces la obsesión por no contraer ninguna enfermedad se vuelve intensa. No paramos de preguntarnos sobre los síntomas y las consecuencias de las enfermedades que podemos contraer, y hasta podemos sentir que tenemos algunos síntomas que realmente no tenemos.
Es interesante y delicada la mirada que debemos tener en estos casos ya que siempre es prudente hacer las consultas a los profesionales que correspondan para, pero también debemos estar atentos a la intensidad e importancia que le damos a las cosas que nos ocurren para identificar si estamos o no viviendo el síntoma.
Por diversos motivos, podemos encontrarnos enfocados en identificar hasta el más mínimo signo que nos dice que estamos atravesando una enfermedad percibida como grave, cuando en realidad no es así. ¿has estado preocupado intensamente por tu salud, angustiado por un estado percibido como grave que no deja de “dejarte en alerta”?
A veces nos toca pasar diversas situaciones en la vida, en la que nos encontrarnos con cuadros graves de salud en nuestros seres queridos o en nosotros mismos; o mismo situaciones cercanas a la muerte que nos hacer padecer aún más la cercanía a algún síntoma determinado como muy probable, y ello nos preocupa de más, aunque en aquel momento gocemos de una espléndida condición de salud. La angustia y la preocupación invade nuestra mente sobre la posibilidad y a veces, la certeza de estar padeciendo algo grave. Y la pandemia ha abierto muchas puertas para que eso ocurra (como evento traumático que fue) para personas que ya tenían esa sensibilidad, pero también para personas que ni notaban esa vulnerabilidad que podemos tener.
No preocuparse, si ocuparse
Estamos interesados en mencionar una condición que puede ser la causante de este malestar. ¿Alguna vez has oído, (o te han dicho) la palabra Hipocondría? Algún compañero de trabajo, amigo o mismo pareja o familiar puede haberla pronunciado diciendo: “No le cuentes sobre la condición de salud de tu amigo a él porque es hipocondríaco y se va a imaginar que lo tiene”, o “¡es posible que siempre pienses que estás enfermo!”
Aquellos comentarios pueden hasta herirte si estás atravesando estas sensaciones, pero queremos brindarte un poco de información para que sepas de que se trata la Hipocondría e identificar si algo de ello te está ocurriendo.
Se encuentra caracterizada por un grado muy alto de ansiedad, nerviosismo y angustia relacionada a la propia salud física. Las personas que la padecen serán aquellas caracterizadas por no satisfacerse por la opinión de un sólo especialista acerca de lo que le ocurre, por lo que visitan muchos y se realizan constantemente exámenes por la certeza de que algo grave le ocurre que no están encontrando.
Alguno de los signos para identificar si estamos atravesando esta problemática son:
Realmente esta condición causa mucho sufrimiento en quien lo padece y en sus familiares, por lo que, si identificas que no puedes con ello, deberías dejarte acompañar por un profesional de la salud que te acompañará en este camino.
Cualquier tipo de sufrimiento en cuanto a la salud es arduo de atravesarlo sólo, por lo que es importante identificar si algunos de estos indicadores están presentes incomodando tu vida. Recordemos que la Pandemia ha dejado muchos estragos en la sociedad, y uno de ellos es el sufrimiento psíquico por haber pasado por tal evento traumático.