
Los trastornos del comportamiento alimentario son problemas frecuentes en la actualidad. Problemas como la anorexia y la bulimia nerviosa se presentan en mayor porcentaje durante la adolescencia y en mujeres.
Buscar formas de bajar o aumentar de peso para tener el físico deseado es lo que hace que uno comience a tener hábitos alimenticios que son perjudiciales para la vida del individuo.
Son enfermedades mentales, en las que existen cambios de conducta relacionados con la ingesta de alimentos, por lo que hay mayor atención al peso y a la imagen corporal.
Dentro de los trastornos alimenticios se pueden encontrar (presentamos los trastornos más habituales aunque existen muchos otros como pueden ser la vigorexia, ortorexia etc.):
Tal y como hemos comentado, los trastornos del comportamiento alimentario son trastornos graves y por eso, es importante estar atento a las señales que nos indican alerta. Por ello, os traemos una lista con dichas señales
Otras señales de alarma, cuando la enfermedad ya tiene tiempo de evolución, son:
Durante la pubertad se producen una cantidad de cambios físicos debido a las hormonas, lo que hace que haya un incremento en la grasa corporal, sobretodo del sexo femenino.
Tratar de controlar estas variaciones hormonales que generan un aumento o disminución del peso, en esta etapa de la vida puede causar trastornos del comportamiento alimentario.
El peso es una señal de alarma. Cuando uno ha adelgazado, engordado o musculado en poco tiempo mucho, normalmente detrás podemos encontrarnos con la existencia de un trastorno de alimentación. Los cambios bruscos de peso casi siempre son indicativo de algo.
Los medios de comunicación, la familia y los amigos, ejercen presión para buscar una imagen corporal de belleza que no todos pueden conseguir.
Este tipo de factores influye en mayor proporción en los adolescentes que en el resto de los grupos. Lo que provoca la formación de hábitos poco saludables para lograr el estado físico imaginado.
Cuando se ha internalizado un ideal de belleza, el individuo puede tener preocupación por engordar. Un sujeto con una imagen corporal insatisfecha puede presentar temor porque la forma del cuerpo cambie, aumente o disminuya. Existen otros factores psicológicos como que exista mucha discrepancia entre la imagen real e ideal de nuestro cuerpo.
La baja autoestima puede llevar a la persona a tener una imagen corporal negativa de sí mismo.
Este tipo de factor se puede observar con mayor porcentaje, entre los adolescentes, que además ejercen presiones sociales de críticas y burlas. Esta insatisfacción puede conducir a un trastorno alimentario.
Tratar de bajar o mantener el peso puede ser una tarea difícil, ya que requiere de mucha fuerza de voluntad. Las dietas son la primera causa por la que una persona puede desarrollar un trastorno de alimentación. Hay que tener cuidado con las dietas y siempre es adecuado que estén controladas por un especialista en la materia.
Si te encuentras padeciendo de cualquier trastorno de alimentación, no lo dudes y ponte en contacto con psicólogos especializados en el tema.
Bibliografía
Espina, A., Ortego, M., Ochoa, Í., Yenes, F., y Alemán, A. (2001). La imagen corporal en los trastornos alimentarios Psicothema, vol. 13, núm. 4, pp. 532-538 Universidad de Oviedo Oviedo, España